Eres tú una estrella que ilumina mis noches,
eres tú mi único capricho sin reproches.
Eres tú amor, es tu risa y es tu voz
las que acarician mis oídos cada noche.
Eres tú un trocito y medio de luna,
la que atenua con su luz mis sueños...
Me desvelo en la noche y me adentro
en el dulce recuerdo, y recuerdo tu sonrisa,
la cual despierta en mí alegría.
Y recuerdo tus miradas,
cuando me miras mientras me prestas atención
y me transmites comprensión.
Recuerdo seguidamente la mirada de cuando
estamos compartiendo risas, en la cual me transmites
más de tu personalidad, de la confianza
y la felicidad que vivimos en ese momento.
Más tarde recuerdo tu otra mirada...
La de cuando simplemente nos miramos el uno al otro,
con ternura y con deseo, en un momento previo o posterior
a unos abrazos y a unos besos de cariño...
Sandra Woo.
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